LA RECONQUISTA

SANTIAGO Y CIERRA, ESPAÑA

El origen de la invocación al Apóstol Santiago como grito de guerra se remonta al año 844. Cuentan las crónicas que el entonces rey de Asturias Ramiro I se negó a entregar al emirato de Córdoba un tributo de 100 mujeres vírgenes que los moros le exigían a modo de sumisión.  La actitud rebelde del rey asturiano provocó que los moros enviaran un ejército al mando de Abderramán II para doblegar a los hispanos, quienes, en clara minoría respecto al enemigo musulmán, se habían refugiado en el castillo de Clavijo (La Rioja). La noche previa a la batalla Ramiro I tuvo una experiencia mística en la cual, en sueños, se le apareció el Apóstol Santiago quien le animó a presentar batalla a los moros asegurándole la victoria. A la mañana siguiente Ramiro I arengó a sus hombres contándoles su visión y al grito de ¡Santiago! salieron al combate y derrotaron a los moros en una heroica batalla frente a un enemigo muy superior en número. Cuenta la leyenda que el propio Santiago apareció a lomos de un caballo blanco y espada en mano, acababa de nacer Santiago Matamoros.

Castillo de Clavijo

La primera imagen gráfica de este Santiago Matamoros sobre un caballo blanco y espada en mano a semejanza de la batalla de Clavijo de la que se tiene constancia, es la que aparece en el Codex Calixtinus (Códice Calixtino), escrito en el año 1109. Es un manuscrito dedicado al Apóstol Santiago que incluye sermones, himnos, milagros, relatos de la traslación del Apóstol, textos litúrgicos y piezas musicales. Narra el descubrimiento de su tumba por Carlomagno y una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela, con consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte, así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino.

Santiago Matamoros en el Códice Calixtino

Desde la mencionada Batalla de Clavijo en el año 844, Santiago fue el grito de guerra de las tropas hispanas durante la Reconquista, una invocación al momento de enfrentarse a los musulmanes y una motivación necesaria, ya que durante varios siglos siempre se enfrentaban a los moros en inferioridad numérica.

Ya a finales del siglo XV la frase se amplía tal y como la conocemos hoy en día; Santiago y cierra, España, cuyo significado es el siguiente:

Santiago invoca al Apóstol que fue determinante en la Batalla de Clavijo y durante toda la Reconquista.

Cierra hace referencia a una orden militar mediante la cual se ordenaba cerrar el cuadro de las formaciones de infantería y de las brigadas de caballería, buscando acometer al enemigo, acortar distancias con él y trabar combate. Nada que ver con el sentido de cerrar, echar el cierre, como mucha gente cree.

España es una clara referencia a la patria.

Santiago y cierra, España se escuchó en las batallas de los Tercios en Europa y en boca de los conquistadores en América. Una sencilla imagen y exclamación que sirvió para escribir la historia de España.

Montaje de La Vieja España sobre un cuadro del artista mexicano Rafael Sánchez de Icaza
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