LA BATALLA DE MÜHLBERG
La fragmentación del cristianismo europeo a consecuencia de la mal llamada Reforma protestante que promovió Martin Lutero y la creación de lo que conocemos como Iglesia Luterana dio origen a una serie de guerras civiles en Europa desde principios del siglo XVI hasta mediados del XVII. España, como primera potencia durante aquellos siglos, participó en todas ellas como defensora de la Fe Católica, enviando tropas a todos los rincones del viejo continente donde fuera necesario socorrer a los católicos europeos de los abusos y matanzas que eran víctimas por parte de los protestantes. Aquella fuerza militar española es conocida como Tercios de Flandes.
Estas guerras de religión escondían en verdad un motivo económico, pues parte de la nobleza y grandes fortunas encontraron en la religión una excusa para separarse de la autoridad moral del Vaticano y del poder político que ejercía en el momento, el emperador del Sacro Imperio Germánico Carlos I de España y V de Alemania.
En el año 1531 un grupo de príncipes protestantes de distintos estados y ciudades del Sacro Imperio Germánico se rebelaron contra el emperador Carlos y crearon en la ciudad de Schmalkalden (actual Alemania), la Liga Esmalcalda. Los principales formantes de dicha Liga fueron los estados de Sajonia y Hesse, el Condado del Palatinado y las ciudades de Bremen, Lübeck, Brunswick, Magdeburgo, Estrasburgo y otras ciudades menores con nombres impronunciables. En 1532 se aliaron con Francia y en 1538 con Dinamarca. La Liga Esmalcalda quedó disuelta y sus jefes encarcelados en 1547, tras la batalla de Mühlberg en la que los Tercios de Flandes intervinieron de manera destacada.
El 24 de abril de 1547 el ejército de 16.000 hombres de La Liga Esmalcalda se creía muy seguros a orillas del rio Elba, cerca de la ciudad de Mühlberg. En la otra orilla del ancho rio estaba el ejército del emperador Carlos, muy superior en cantidad y calidad. El grueso del ejército imperial estaba formado por alemanes católicos acompañados de italianos, belgas, flamencos, húngaros y 8.000 españoles. El propio emperador Carlos estaba en persona allí pero el “director de orquesta” era Fernando Álvarez de Toledo, el Gran Duque de Alba.
Con los puentes destruidos y los arcabuceros protestantes posicionados a la espera que las tropas imperiales cometieran el error de cruzar el rio a nado, ocurrió que una docena de españoles vieron que en la orilla protestante había unos pontones (puentes hechos con tablas de madera), así que se quitaron las corazas y medio desnudos con las espadas en la boca, se metieron en el rio y sigilosamente consiguieron llegar a la otra orilla y empujar los pontones hasta llevarlos a su orilla. El emperador escribió:
«Entonces el Emperador mandó a su General que hiciese adelantar los arcabuceros susodichos, que él encontró; los cuales luego volvieron al río, donde muchos entraron bien dentro, y se dieron tanta mano en disparar, que los adversarios, pese a la resistencia que hicieron con su arcabucería y artillería, fueron constreñidos a dejar los puentes que algunos arcabuceros españoles, lanzándose a nado con las espadas en las bocas, trajeron a la orilla donde estaban Sus Majestades»
En pocas horas los soldados imperiales tenían los pontones a punto y cruzando el rio Elba, lo que provocó una retirada histérica del ejército protestante, consciente de su inferioridad numérica y psicológica. Prácticamente la mitad del ejército de La Liga Esmalcalda murió aquel día y otros muchos fueron hechos prisioneros.
Unas semanas después, las tropas imperiales bajo el mando del Gran Duque de Alba tomaron la ciudad de Wittenberg, donde se había refugiado el Príncipe Juan Federico de Sajonia, uno de los fundadores de la Liga Esmalcalda, quien fue condenado a muerte por un tribunal de guerra presidido por el Duque de Alba, pero, le ofrecieron la renuncia a sus posesiones en Sajonia a cambio de salvar la vida, condición que aceptó. El pacto es conocido como la Capitulación de Wittenberg y se firmó el 19 de mayo de 1547. Wittenberg era el foco inicial de la mal llamada Reforma protestante, desde que en 1517 Lutero había fijado las noventa y cinco tesis en la puerta de la iglesia y en 1520 quemado la bula papal que le exigía retractarse. También allí se había impreso la primera Biblia luterana en 1534.
