NAVEGANTES Y EXPLORADORES

PONCE DE LEÓN

Juan Ponce de León (Santervás de Campos, Valladolid, 1460 – La Habana 1521), fue un explorador español, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de Florida (en el actual Estados Unidos). Recibió el título de Adelantado, nombre con el que se designaba a aquellos que habían realizado una empresa por mandato real.

Ya desde pequeño sirvió como paje al rey Fernando II de Aragón, llamado el Católico y de joven participó en la reconquista de Granada, siendo uno de aquellos que el 2 de enero de 1492 entraron triunfales en la ciudad soñada. No se sabe a ciencia cierta en que llegó al Nuevo Mundo; unos le sitúan en el segundo viaje de Colón en 1493 o en 1502 con Nicolás de Ovando. En cualquier caso, fue uno de los primeros pobladores españoles de América y está demostrado que con Nicolás de Ovando participó en la conquista de La Española (actuales República Dominicana y Haití) y por ello fue nombrado alcalde de una villa; Salvaleón de Higüey

Ponce de León estaba felizmente instalado en La Española, manejaba una plantación de yuca, estaba casado con una mujer a la que fue fiel toda su vida y tuvo con ella 4 hijos. Nada parecía que iba a cambiar en la vida de Ponce, cuando le llegaron noticias de la existencia de oro en la cercana isla de San Juan Bautista (actual Puerto Rico), isla que ya había descubierto y visitado tiempo atrás Cristóbal Colon. Ponce de León recibió el visto bueno del rey para la expedición, a cambio, éste se comprometía a hacerse amigo de los indios, a no abusar de los indígenas, a localizar y extraer oro, a cultivar alimentos para los españoles y a construir una casa fortaleza.

Retrato de Juan Ponce de León

Ponce de León llegó a la isla de San Juan el 12 de agosto de 15 de 1508 acompañado de un puñado de hombres embarcados en dos carabelas y un bergantín. Desembarcaron en la costa sur y rápidamente hicieron amistad con los indios y con Agüeybaná, un cacique local de los indios taínos, quien le ayudó durante la exploración por la isla. En la isla Ponce de León fundó un par de villas, se comenzaron a hacer caminos, haciendas, un embarcadero y demás infraestructuras en la isla. También desde España llegaron un puñado de personas acompañados de caballos y ganado. El 1 de mayo de 1509 Ponce de León fue nombrado Capitán General de la isla de San Juan por el rey, quien obligó a los barcos con destino a La Española que hicieran parada antes en la isla, algo que reportó buenos beneficios económicos a Ponce de León ya que vendía pan a dichos barcos. El 10 de julio de 1510 se realizó la primera fundición de oro en la villa de Caparra (actual San Juan).

Todo empezó a empeorar cuando el cacique aliado Agüeybaná fue asesinado en 1511 por su hermano, quien no era favorable a la alianza establecida con los españoles. Distintas tribus del oeste y sur de la isla iniciaron una revuelta contra los españoles afincados en San Juan. Ponce de León lideró la batalla de Yagüeca, en la que finalmente se puso final a la revuelta. Tras la rebelión, la mitad de los españoles habían muerto, lo cual suponía un retroceso enorme para el desarrollo de la isla.

Al tiempo que ocurría todo esto en la isla de San Juan, Diego Colón, se encontraba de pleitos pues argumentaba que el era el único Capitán General de todos los sitios descubiertos por su padre, al ser el legitimo heredero. La justicia dio la razón a Diego Colón en 1511, con sentencia firmada en Sevilla. Así pues la isla de San Juan pasó a integrarse en el virreinato colombino, y con ello se reconocía a Diego Colón el derecho a poder nombrar a sus tenientes en la citada isla. Por esta razón, Ponce de León fue destituido inmediatamente como capitán gobernador. El 15 de junio el Rey comunicó a Ponce de León que entregase el gobierno de la isla a Juan Cerón. Pocos días antes el rey concedió el primer escudo de armas a la isla de San Juan Bautista. Para proteger a Ponce de León, el Rey Católico prohibió a Cerón que pusiera en marcha el acostumbrado juicio de residencia que tenía que cumplir cualquier gobernante que dejaba un cargo, y en el que se recogían todas las quejas de los gobernados durante su mandato. Además, el rey ordenó al Almirante Diego Colón que recibiera a Ponce de León:

“por nuestro juez e Capitán de esa dicha isla de San Juan”

En vista de la situación, Ponce de León fue pragmático y prefirió marcharse de la isla de San Juan para no estar bajo el mando de Diego Colón y solicitó permiso real para ir a descubrir las tierras que hubiera al norte de Cuba, en concreto la isla de Bímini, en la cual y según le habían contado los indios taínos había:

“una fuente que hacía rejuvenecer o tornar mancebos a los hombres viejos”

Historia General y Natural de las Indias. Gonzalo Fernández de Oviedo

Ponce de León en la fuente de la eterna juventud. Grabado idealizado

Aquello cuadraba con el mito de la fuente de la eterna juventud, una antigua leyenda de tiempos de la Grecia clásica que afirmaba eso; un arroyo que proporcionaba eterna juventud a quien bebía sus aguas. No está del todo claro que Ponce de León recurriese ir a explorar las tierras al norte de Cuba para buscar exactamente aquel mito pero sin duda aquella leyenda india de una lejana tierra rica y próspera, fue suficientemente sugestiva para ir en busca de aquel lugar del cual los indios hablaban continuamente. Ponce de León pidió permiso real para ir a explorar aquellos mares al norte de Cuba y el 23 de febrero de 1512 recibió el visto bueno. Eso si, las condiciones eran bien explicitas:

“Se le respetará lo aquí dispuesto si comienza el poblamiento antes de tres años a contar desde la presentación de este documento a los oficiales de La Española. Costeará con sus recursos los gastos de la gente que contrate. Tendrá la gobernación y jurisdicción civil y criminal. Se le respetará la propiedad de todo aquello que levante a su costa. El Monarca se reservará las fortalezas. Recibirá el diezmo de todas las rentas y provechos reales, excepto de las grangerías (granjas) reales. El repartimiento de los indios quedará reservado al Rey. Del oro se pagará entre el décimo y el quinto progresivamente para establecerse en el quinto. Dispondrá de la gobernación de todas la islas comarcanas descubiertas por él. Obtendrá el título de adelantado de la isla de Bímini y de las otras que descubriere. Quedará prohibida la entrada de extranjeros. Ha de prestar fianzas antes de emprender el viaje e informará detalladamente de cuanto descubriere”

Fernando el Católico. 23 de febrero de 1512

Asiento con Juan Ponce de León. 23 de febrero de 1512

Ponce de León consiguió en La Española dos naos; Santa María de la Consolación y Santiago. al llegar a la isla de San Juan reunió un tercer barco, el bergantín San Cristóbal. La expedición partió definitivamente el 3 de marzo de 1513, como piloto mayor iba el hombre que mejor conocía el mar Caribe; el onubense Antón de Alaminos quien en aquél viaje de exploración haría un gran descubrimiento para España y para el mundo entero, como ya veremos en su momento.

El 8 de marzo llegaron a las Islas Lucayas (archipiélago dentro de Las Bahamas) y estuvieron reconociendo esos días las demás islas; Caicos, Yaguna, Amaguayo y Maniguá. El día 14 llegaron a Guanahaní (San Salvador) y allí estuvieron varios días reparando uno de los barcos. El 27 de marzo llegaron a lo que les pareció ser una isla grande pero no pudieron atracar debido al mal tiempo. El día 2 de abril el tiempo mejoró y Ponce de León decidió echar un bote a tierra y por parecerle tan vistosa por su verdor y frescos árboles decidió llamarla Florida. Tras varios días de exploración, pudieron comprobar que la vegetación se fundía con el horizonte, por lo que comenzaron a sospechar que aquello no era una isla sino tierra firma y por ello el día 8 de abril de aquel 1513, Ponce de León tomó posesión en nombre del rey.

Ponce de León en Florida. Oleo de Thomas Moran

Continuaron navegando bordeando la costa hasta que el día 20 fondearon a la altura de unas chozas de indios. En aquel lugar experimentaron una corriente marina tan fuerte, que los barcos pese a tener viento a favor, retrocedían por la fuerza de dicha corriente de tal manera que perdieron de vista y nunca más se supo del bergantín San Cristóbal.

“El día siguiente yendo por el borde de la mar, vieron una corriente que, aunque tenían viento largo, no podían andar adelante, sino atrás, porque allí corre tanto el agua que tiene mas fuerza que el viento, y no deja ir los navíos adelante; y al fin se conoció que era tanta la corriente, que podía más que el viento”.

“Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano”. Antonio de Herrera

El piloto Antón de Alaminos comprendió entonces que acaban de descubrir La Corriente del Golfo. Una corriente oceánica cálida y rápida del océano Atlántico que se origina en el Golfo de México; se extiende hasta las proximidades del extremo sur de la península de la Florida y sigue las costas orientales de Estados Unidos y Terranova antes de cruzar el océano Atlántico. Es una corriente superficial (por la temperatura cálida de sus aguas) y disminuye gradualmente en profundidad y velocidad hasta prácticamente anularse a unos 100 metros, cota donde la influencia del calentamiento por los rayos solares desaparece en la práctica. Tiene una anchura de más de 1000 km en gran parte de su larga trayectoria, lo que da una idea aproximada de la enorme cantidad de energía que transporta y de las consecuencias tan beneficiosas de la misma. Se desplaza a 1,8 m/s aproximadamente y su caudal es enorme: unos 80 millones de m³/s.

Ya desde el primer viaje de Colón, los navegantes españoles comprobaron la dificultad de navegar hacia el oeste a una latitud superior al Trópico de Cáncer, rumbo que los hizo retrasar considerablemente en su recorrido. Esta ruta atravesaba el cinturón de altas presiones de lo que ahora se conoce como el anticiclón de las Azores, donde los vientos son relativamente débiles y abundan los días de calma. Y cuando ya estaban relativamente cerca de las tierras americanas, se encontraron con el Mar de los Sargazos (parte del mar en la que abundan las algas y utilizado posteriormente para indicar un área extensa ubicada al este-noreste de las Grandes Antillas), donde abundan las algas de este nombre, lo cual fue interpretado, erróneamente, como un obstáculo que frenaba el viaje de las embarcaciones. A partir del descubrimiento de esta corriente marina fue utilizada por los barcos españoles en su viaje de vuelta del Caribe a España, pues se ganaba mucho tiempo.

Pero continuemos donde habíamos dejado la expedición; en la costa de Florida frente a unas chozas de indios. Decidió Ponce bajar a tierra para echar un vistazo. Los indios se mostraron amistosos pero les estaban preparando una emboscada. En una laguna con forma de cruz, que Ponce bautizó como Río Crucis, dio orden de erigir un pilar de piedra coronado con una cruz de madera y se pusieron a rezar, momento en el cual los indios aprovecharon para atacarles:

“Aunque en el principio contempló a los indios, no pudo al fin tolerar sus demasías y se vio en la precisión de pelear con ellos. Eran tan bravos como arteros y pérfidos”

Historia General y Natural de las Indias. Gonzalo Fernández de Oviedo

El 8 de mayo pasaron por un cabo al que llamaron Cabo de Corrientes, por la fuerza que allí tiene, y que hoy es conocido como Cabo Cañaveral, el punto donde la Nasa tiene su base de lanzamientos de naves espaciales. Siguieron por la costa meridional de Florida, descubriendo una serie de isletas que llamaron De los Mártires. Siguieron recorriendo la costa, parando en una isleta para recoger agua y reparar de nuevo uno los barcos. Llegaron unos indios en canoas e intentaron levantar las anclas para llevárselas y al no poder, cortaron las cuerdas e intentaron hacerse con los barcos, por lo que de nuevo tuvieron que enfrentarse a ellos:

“Dobles siempre, y siempre malintencionados, ya se manifestaban sumisos y pacíficos para rescatar sus cueros y guanines, ya fieros y valientes y con gran número de canoas para pelear temerariamente contra los españoles”

Historia General y Natural de las Indias. Gonzalo Fernández de Oviedo

Ponce de León luchando contra los indios

Con la guardia en alto permanecieron allí nueve días hasta que solucionaron el carenado de uno de los barcos, hasta que Ponce de León determinó regresar a Puerto Rico. Por el camino reconocieron nuevas islas e isletas, como las que llamaron Las Tortugas por la abundancia que de ellas había y las isletas que llamó La Vieja por una india anciana que encontraron sola en una de ellas, de la que se apiadaron y llevaron con ellos en sus barcos.

El 25 de julio fueron en busca de Bímini, donde se suponía se encontraba la fuente de la eterna juventud y en el camino entre tantas pequeñas islas e islotes descubrió la Gran Bahama. Salieron de las Bahamas el 6 de agosto y el 19 llegaron a una de las Islas Lucayas, en Guanimá, donde estuvieron descansando y retomando fuerzas de las tormentas que habían sufrido los días anteriores, que nuevamente habían provocado averías en los barcos. Fue allí donde decidió Ponce de León, separar ambos barcos. Uno, al frente del capitán Juan Pérez de Ortubia con el piloto Antón de Alaminos, con la misión de encontrar y explorar la isla de Bímini. Ponce en el otro barco, regresaría a Puerto Rico. En el camino encontró en la costa de Florida una bahía donde pararon unos días. Bahía Chequesta, conocida hoy día como Bahía Vizcaína, el lugar donde hoy se ubica la ciudad de Miami.

El 21 de septiembre, 6 meses después de haber salido, llegó a Puerto Rico. Poco después lo hizo el otro barco, que había encontrado la isla de Bímini y la habían explorado. Por supuesto no encontraron la fuente de la eterna juventud aunque si les pareció una isla fresca, de grandes aguas y muchas arboledas… Así es, estimado lector; Ponce de León nunca estuvo en la isla de la fuente de la eterna juventud.

La expedición fue un desastre desde el punto de vista económico. No se encontró oro ni otras riquezas excepto las naturales, los indios eran guerreros y para colmo se había perdido un barco con toda su tripulación. Pero desde el punto de vista marítimo y geográfico fue un éxito, se habían descubierto gran cantidad de islas e islotes, se había recorrido la costa de Florida y lo más importante de todo; se había descubierto la corriente marítima que a partir de entonces se iba a convertir en el camino de regreso desde las Antillas a España.

Ponce de León se embarcó rumbo a España en febrero de 1514 para informar personalmente al rey de todos sus hallazgos. Llegó en abril de aquel año y a finales de septiembre el rey le concedió una nueva capitulación para poblar las islas de Bímini y la Florida. Tenía un plazo de tres años para hacerlo, a contar desde el día en que se embarcase con destino a aquellos lugares. Como novedad se insistía en que al entrar en contacto con los indios se les leyera ante escribano el requerimiento impuesto por los letrados y teólogos para que se conviertan amistosamente a la fe católica, y sólo si lo rechazaban podría hacérseles guerra y capturarlos. Se prohibían las armadas en busca de indios a menos que llevasen la autorización de Ponce de León. Los primeros pobladores recibirían compensaciones económicas y pagarían a la hacienda progresivamente desde un 10% el primer año hasta estabilizarse en el quinto, reduciendo el privilegio sobre el oro, metales y otros provechos a doce años en total. Sobre la edificación de casas de su propiedad habría de ajustarse a las limitaciones habituales. Podría hacer labranzas de pan, vino y de toda clase de árboles frutales o que no lo sean y podría utilizar la armada contra los caribes una vez pacificados. Para ello, se nombró a Ponce de León mediante una Real Provisión con fecha 27 de septiembre de 1514, capitán de la isla de San Juan (Puerto Rico).

Descubrimiento de la Florida y otras islas

Mientras estaba en España (ó mejor dicho en la península porque entonces Puerto Rico ya era España), llegaron noticias de una gran revuelta indígena contra los españoles. Varias villas habían sido atacadas e incendiadas y volvió desde España para sofocar la rebelión. Partió desde Sevilla el 14 de mayo de 1515. Tras una escala en Canarias y cruzar el Atlántico, de nuevo en el Caribe su expedición volvió a sufrir una nueva emboscada de los indios. Ocurrió en la isla Guadalupe, cuando un grupo de mujeres y algunos hombres bajaron para lavar la ropa y coger agua. Los indios mataron a los hombres y se llevaron a las mujeres, hubo combate pero finalmente tuvieron que retirarse de la isla, llevando además varios heridos.

Los últimos años de vida de Ponce de León fueron relativamente tranquilos. Instalado en la isla de San Juan y dedicado a sus negocios de pan de mandioca y quehaceres administrativos, en la mente de Ponce no estaba el seguir explorando y conquistando nuevos territorios pero las noticias que llegaron de la conquista de México por parte de Hernán Cortés en 1521, hizo que volviera a surgir en él la aventura de conquistar Florida. Los planes se vieron retrasados por la muerte de su mujer, la indígena Leonor con la que había tenido cuatro hijos.

Finalmente organizó una expedición de dos barcos en la que había artesanos y agricultores acompañados de sus familias, 50 caballos y otros animales de granja. Se instalaron en el sur de Florida, en Bahía Espero y allí fundaron una villa que durante seis meses vivió sin problemas hasta que sufrieron el ataque de indios calusa. El propio Ponce sufrió una herida de un flechazo en una pierna. En vista de los acontecimiento, Ponce de León y el resto de habitantes de la villa decidieron abandonar la empresa y regresar a La Habana, ciudad en la que finalmente murió por la gangrena causada por la herida.

“Ponce de León salió herido malamente de un flechazo, y acordó irse a curar a Cuba para volver con más pujanza; pero llegado al puerto de La Habana, vivió poco, y murió como católico y recibió los santos sacramentos”

Historia General y Natural de las Indias. Gonzalo Fernández de Oviedo

Ponce de León herido, es evacuado al barco
Firma de Ponce de León
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