ESPAÑA

NAVARRA SE INCORPORA A ESPAÑA

En 1512, la sucesión al trono de Navarra estaba marcada por una serie de conflictos dinásticos entre diferentes ramas de la familia real navarra. Las dos principales ramas que se disputaban el trono eran:

Los Albret: Esta rama de la familia real navarra estaba encabezada por Catalina de Foix, quien había sido reina consorte de Navarra como esposa de Juan III de Albret. Tras la muerte de su esposo en 1512, Catalina se convirtió en regente en nombre de su hijo, Enrique II de Navarra. Los Albret contaban con el apoyo de Francia en su reclamación al trono de Navarra.

Los Beamontés: Esta rama de la familia real también reclamaba el trono de Navarra. Estaba liderada por Juan de Beaumont, miembro de una de las casas nobiliarias más prominentes de Navarra en ese momento. Juan de Beaumont se destacó como un líder militar y político en la región, participando activamente en los conflictos y disputas políticas que caracterizaban la época. Los Beamontés eran partidarios de una alianza con España y buscaban el apoyo de Fernando el Católico.

Escudo de los Beaumont

Estos conflictos dinásticos generaron inestabilidad política y dieron lugar a luchas internas por el poder, debilitando la capacidad del reino pues se originaron otros problemas internos en el Reino de Navarra, que degeneraron en divisiones políticas y sociales entre distintas facciones de la nobleza, el clero y otros grupos de poder. Estas divisiones dificultaron la cohesión y estabilidad del reino, dejándolo vulnerable a las intervenciones externas. Tanto Francia como España buscaron apoyar facciones locales afines a sus intereses, lo que contribuyó a la fragmentación política y al debilitamiento del poder central en Navarra.

Fernando el Católico, rey de Aragón y Castilla, ante las suplicas de los Beamonteses, quienes avisaron que Francia había enviado un ejército para la conquista militar, organizó un ejército de 3.000 hombres, compuesto por tropas forales guipuzcoanas bien equipadas y liderado por Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba. Las fuerzas del bando de Los Albret, partidarios de la unión con Francia, estaban compuestas principalmente por refuerzos franceses, mercenarios alemanes y algunos navarros partidarios de Francia, en total 12.000 hombres dirigidos por César Borgia, hijo del papa Alejandro VI. La Batalla de Velate se libró el 23 de agosto del año 1512, en el paso montañoso homónimo, una ubicación estratégica que une las provincias de Navarra y Guipúzcoa.

Las tropas guipuzcoanas y navarras leales a Fernando el Catolico emboscaron al ejército franco-navarro en el Puerto de Velate, causando el pánico entre los franco-navarros que huyeron de manera desordenada, abandonando gran cantidad de material, siendo lo más valioso los 12 cañones que portaban. El ejército franco-navarro, tras fracasar en su intento de asalto a Pamplona y ante la llegada del invierno, se retiró hacia el Valle de Baztán, perseguido por las fuerzas gupuzcoanas al mando del capitán Góngora, quien capturó a varios centenares y volvió a Pamplona, donde arrastró las banderas de los vencidos.

Segun el cronista Francisco Correa, la batalla ocurrió así:

El Señor de Lizarzaburu, uno de los nobles guipuzcoanos que trataba de hostigar la retirada del ejército franco-navarro con unos trescientos ballesteros, sorprendió en las estribaciones de Velate a un grupo de mercenarios alemanes con parte de la artillería empleada días atrás para batir los muros de Pamplona. Los lansquenetes alemanes, creyéndose atacados, se dieron a la fuga, no sin dejar dos artilleros que cubrieron su retirada abriendo fuego contra los guipuzcoanos, quienes cuerpo a tierra evitaron los proyectiles. Al rato, se acercaron, y Lizarzaburu al ver las piezas abandonadas, gritó ¡España, España!

Poco después llegó otro noble guipuzcoano, el señor de Berástegui, a quien Lizarzaburu encomendó la artillería para perseguir a los que huían. Alcanzó a muchos, hambrientos y helados, matando a más de un millar de ellos. Posteriormente llegó Diego López de Ayala, alcaide de la fortaleza de Fuenterrabía, que mandó un mensaje al Duque de Alba para el envío de dos centenares de mulas para bajar las piezas artilleras a Pamplona.

En recompensa por la victoria, se le otorgaron 112.000 maravedís a la villa de Fuenterrabía por los servicios prestados y se le añadió los doce cañones apresados al escudo de Guipúzcoa. ​Estos cañones fueron eliminados del escudo de Guipúzcoa en 1979.

Escudo de Guipúzcoa entre 1512 y 1979

El 18 de febrero de 1513, las Cortes de Navarra, reunidas en Pamplona, proclamaron rey a Fernando el Católico, quien a su vez juró respetar los fueros y privilegios de los navarros, conforme a los principios del pactismo. En rigor, la conquista de Navarra no fue sino una pieza en el tablero enorme de la estrategia de Fernando, empeñado en terminar con los intereses de Francia en Navarra y en reforzar la presencia española en Italia.

Finalmente, en 1515, España y Francia firmaron el Tratado de Blois, entre Fernando el Católico y Francisco I de Francia, crucial para consolidar la unión de Navarra a España. En este tratado, Francia reconoció la unión de Navarra a España a cambio de concesiones territoriales en otras partes de Europa, principalmente en Italia. Además de resolver la cuestión de Navarra, el Tratado de Blois también sentó las bases para una alianza entre Francia y España. Si bien las dos potencias habían sido rivales en el pasado, este tratado marcó el comienzo de una nueva fase de cooperación entre ellas, especialmente en el contexto de las rivalidades políticas en Europa.

error

AYUDA A DIFUNDIR