ESPAÑA

EL ASESINATO DEL PRESIDENTE DATO

Sus asesinos no eran trabajadores mal pagados o explotados porque ni siquiera trabajaban y antes de ser presidente del gobierno, Eduardo Dato, siendo ministro, trabajó para mejorar la vida de los trabajadores. Redactó e impulsó las Leyes de Accidentes de Trabajo y otras que regulaban el trabajo de mujeres y niños en las fábricas. Redactó la Ley de Descanso Dominical, que no llegó a entrar en vigor al producirse un cambio de gobierno. Creó el Ministerio de Trabajo e impulsó el Instituto Nacional de Previsión, precursor de la actual Seguridad Social. Siempre se ha simplificado diciendo que los tres asesinos eran anarquistas pero siempre se oculta que uno de ellos era del partido comunista.

Eduardo Dato Iradier (La Coruña 1856 – Madrid 1921), era el presidente del consejo de ministros (en la actualidad presidente del gobierno) cuando fue asesinado en la Puerta de Alcalá, en Madrid el 8 de marzo de 1921. Era miembro del Partido Conservador, diputado desde 1884 y ministro en varias ocasiones de Gobernación, Justicia, Estado y Marina. También fue presidente del Congreso de los Diputados y durante unos meses alcalde de Madrid. Además, antes de ser presidente del gobierno cuando fue asesinado, lo había sido en dos ocasiones anteriores, entre 1913 y 1915, en 1917 y en 1920 hasta su asesinato en 1921.

Eduardo Dato Iradier

En 1921 la situación en España era tensa debido a una serie de huelgas en Cataluña instigadas por socialistas y anarquistas aprovechando la explotación por parte de algunos empresarios. Las protestas se tornaron cada vez más violentas y dio paso a lo que se ha llamado la era del pistolerismo, en la cual pistoleros del anarquistas comenzaron a atentar contra empresarios, quienes a su vez para hacerlos frente, contrataron a otros pistoleros. La inestabilidad y la ola de violencia fue aprovechada por los comunistas que vieron la posibilidad de generar una revolución que terminase instaurando un régimen socialista similar al de la Unión Soviética. Al mismo tiempo, los empresarios catalanes y gran parte de la sociedad comenzaron a presionar al gobierno para que actuase de manera contundente para poner fin a la inestabilidad, por lo que Eduardo Dato nombró Gobernador Civil de Barcelona al general Martínez Anido, cuyo nombramiento fue apoyado por la Liga Regionalista, un partido catalán.

El general Martínez Anido, veterano de las guerras de Filipinas y Marruecos, era el gobernador militar en Barcelona antes de su nombramiento como gobernador civil en octubre de 1920 y casi desde el primer día comenzó a controlar la situación en Barcelona mediante el uso de métodos que hoy día denominaríamos poco democráticos, empleando a otros pistoleros para acabar con los pistoleros anarquistas y se le acusó de utilizar la llamada Ley de Fugas, un tipo de ejecución extrajudicial o paralegal, que consiste en simular la fuga de un detenido. Ni decir tiene que los métodos de Martínez Anido dieron sus resultados causando muchas bajas en el pistolerismo, especialmente en el anarquista. Es en ese momento cuando aparecen en esta historia tres nombres; Pedro Mateu, Luis Nicolau y Ramón Casanellas. Los asesinos de Eduardo Dato.

Pedro Mateu, Luis Nicolau y Ramón Casanellas. Los tres asesinos de Eduardo Dato

Mateu, Nicolau y Casanellas planearon en un principio asesinar al general Martínez Anido pero tras varias semanas de seguimiento, descartaron la idea debido a la gran protección y seguridad que tenía el general, por lo que según ellos, decidieron matar al presidente Dato. Y es aquí cuando surge la primera falsedad histórica, pues Martínez Anido paseaba todas las tardes con su familia por las calles de Barcelona casi sin seguridad. Además; ¿No puedes matar al gobernador de la ciudad porque tiene mucha seguridad y decides matar al presidente de España, que tendrá más seguridad…? “Casualmente” al final resultó que el presidente español el día de su asesinato apenas tenía seguridad pero esto ya echa por tierra la idea de que el crimen fue organizado por tres simples y presuntos trabajadores. Además, no olvidemos que Dato había puesto en marcha varias leyes en favor del bienestar social pero sigamos con el relato de los hechos.

Descartado el plan de asesinato del gobernador Martínez Anido, los tres se desplazan a Madrid el 11 de enero de 1921 y comienzan a hacer un seguimiento al presidente, comprobando para su sorpresa que el presidente Dato se desplaza en coche pero apenas tiene algo de seguridad, tan solo dos agentes de policía en un par de puntos de la ciudad, entre el Congreso de los Diputados y su domicilio. Deciden que el crimen debe ser realizado desde otro vehículo y en la plaza de la Independencia (en la rotonda de la Puerta de Alcalá), lugar donde el coche de Eduardo Dato debía reducir la velocidad para girar por la calle Serrano hasta llegar a la calle Lagasca 4, donde tenía su domicilio. Como vehículo pensaron en una moto con sidecar, por tratarse de un vehículo rápido y cómodo desde el que realizar los disparos. Compraron una moto con sidecar, marca Indian de fabricación estadounidense, que les costó 5.100 pesetas, una cifra muy elevada al alcance de muy pocos en la España de 1921.

La Guardia Civil con la moto empleada para el asesinato de Eduardo Dato

Para ocultar la moto alquilaron un local en la calle Arturo Soria, donde también tenían un pequeño deposito de gasolina. Para residir alquilaron dos pisos en la calle Alcalá, uno donde vivían Mateu y Casanellas y otro piso donde vivían Nicolau y su novia, a la que se había traído de Barcelona. Para no levantar sospechas entre los vecinos vestían elegantemente, salían de sus casas por la mañana y regresaban por la noche. Otro detalle que demuestra que no estaban escasos de dinero son las armas que emplearon para el crimen, dos Mauser C-96, unas pistolas ametralladoras con culata plegable y de un calibre superior al habitual en otras pistolas, un arma militar cuyo uso para el crimen del presidente Dato fue ocultado durante décadas.

En la tarde del 8 de marzo de 1921 el presidente Eduardo Dato salió del Senado y subió a su vehículo oficial, modelo Marmon 34 de fabricación estadounidense sin blindaje. Tan solo le acompañaban el conductor y un ayudante de Dato. Desde el Senado, el vehículo pasó por la calle Arenal, la Puerta del Sol y ahí cogió la calle Alcalá bajando hasta la plaza de Cibeles, donde estaban sus asesinos dando vueltas en la moto con sidecar para asesinarlo. Casanellas conducía la moto, Nicolau iba sentado detrás y Mateu iba sentado en el sidecar. Cuando vieron llegar el coche del presidente Dato, comenzaron a seguirlo a una distancia prudencial para no levantar sospechas por la calle de Alcalá y al llegar a la Puerta de Alcalá, y según lo planeado, el coche del presidente redujo la velocidad. Mateu y Nicolau dispararon sus armas impunemente, primero por detrás del coche y después desde el lateral, vaciando ambos los cargadores. En total dispararon 20 balas, 18 de las cuales impactaron en el vehículo, alcanzando 8 proyectiles al presidente Dato, 3 de ellos mortales. El conductor llevó al presidente Dato a una cercana Casa de Socorro, adonde Eduardo Dato ingresó cadáver. Tenía 77 años.

Portada del diario francés Le Petit Journal

Casanellas, Nicolau y Mateu, los tres asesinos, huyeron a toda velocidad hasta el local que habían alquilado para esconder la moto en la calle Arturo Soria. Nadie les había seguido. Antes del crimen habían dejado el escape de la moto abierto para que hiciese más ruido y disimular así los disparos, además, no había nadie en la calle cuando mataron a Dato y nadie les había seguido. Pero ocurrió que cuando estaban llegando al local de Arturo Soria casi atropellan a un humilde trabajador que los vio metiéndose en el local.

Unos días después, la policía detuvo a Pedro Mateu en su piso alquilado de la calle Alcalá. Luis Nicolau y su novia había huido a Alemania. Ramón Casanellas huyó a la Unión Soviética. Mateu fue condenado a pena de muerte y en un principio la justicia alemana se negó a entregar a Nicolau, alegando que estaba en contra de que fuera ejecutado. Tras varios meses de negociaciones, Alemania aceptó entregarlo a España a cambio de que no fuera ejecutado, condición que España aceptó y se le conmutó la pena de muerte por la cadena perpetua. Ocurrió entonces que a la justicia española le pareció injusto que a Mateu se le ejecutara y a Nicolau no, por lo que se decidió conmutarle la pena de muerte por la cadena perpetua. Casanellas, refugiado en la Unión Soviética no tuvo ningún problema.

10 Años después, con la llegada de la república a España, Pedro Mateu y Luis Nicolau fueron amnistiados. Casanellas regresó de la Unión Soviética a España para reorganizar el Partido Comunista de España y el Partido Comunista de Cataluña. Se presentó a las elecciones del 28 de junio de 1931 por Córdoba pero no obtuvo escaño. Murió en un accidente de motocicleta dos años después, en 1933. Nicolau se fue a vivir a Cataluña y al finalizar la guerra civil fue capturado e identificado por las tropas nacionales de Franco y murió fusilado. Pedro Mateu, la supuesta cabeza pensante del crimen, logró escapar a Francia y vivió allí el resto de sus días, hasta su muerte en 1982 sin arrepentirse del asesinato de Eduardo Dato.

Un presidente de gobierno sin protección, una motocicleta a precio de oro, dos pisos alquilados en la calle Alcalá, un local alquilado, armas sofisticadas de uso militar, meses sin trabajar, buena vida y un fugado a la Unión Soviética… Demasiados recursos para unos simples trabajadores. Demasiadas dudas.

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