EL CONCEJO DE LA MESTA
El Honrado Concejo de la Mesta de los Pastores de Castilla fue creado el 2 de agosto de 1273 por el rey Alfonso X El Sabio para reunir en concejo (asociación) a todos los pastores y ganaderos. Con su creación se intentaba evitar conflictos entre agricultores y ganaderos, ya que estos últimos debían atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año, produciendo daños en los cultivos. Mediante ley se permitía a los pastores hacer la trashumancia y se les otorgó importantes privilegios, como eximirles del servicio militar, de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc. El motivo era la importancia de mantener los ganados de ovejas de raza merina, una oveja endémica de España que proporcionaba (y proporciona) la lana de mejor calidad, imprescindible para la industria textil de la época. En unos tiempos en los que no existía el tejido sintético, la lana era la base fundamental para la ropa en Europa y resto del orbe conocido.
Los ganaderos ya habían creado siglos atrás, estos concejos que llamaban mestas y se reunían dos o tres veces al año para tratar sus asuntos económicos y concretar sus ganaderías. Estos concejos están considerados como el primer y más importante gremio de la Edad Media en Europa, por lo que la creación institucional del Honrado Concejo de la Mesta fue uno de los grandes aciertos de Alfonso X El Sabio.
Los intereses de los ganaderos siempre chocaban con los de los agricultores, pues el otro tesoro de la economía era el trigo. Esto se solucionó construyendo unos itinerarios concretos: las cañadas reales, dando testimonio de su creación por el rey:
- Cañada leonesa, partía de León, atraviesa Zamora, Salamanca, Béjar y desde allí se dirige a Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz, con ramificaciones hasta Portugal y Andalucía.
- Cañada segoviana, partía de Logroño con dos ramales, el primero se dirigía por Burgos, Palencia, Segovia y Ávila, para unirse en Béjar con la leonesa y el segundo pasaba por tierras sorianas, atravesaba el Sistema Central hasta Talavera, Guadalupe y Almadén y llega al Valle del Guadalquivir.
- Cañada manchega nacía en Cuenca con las llanuras murcianas, atravesando La Mancha y parte alta de la cuenca del Guadalquivir.
Estos caminos servían a los pastores para moverse de un lugar a otro (trashumancia), de modo que los recorrían durante el otoño y la primavera para acomodar a sus rebaños a los pastos dependiendo del clima. Se refugiaban en las montañas del norte, más húmedas y que conservaban sus pastos durante el tiempo cálido, consiguiendo formar una ganadería muy importante.
En las Cortes de Toledo de 1480, se decreta dejar libre el paso de rebaños entre Aragón y Castilla, manifestándose el papel preponderante que los Reyes Católicos dieron a la Mesta. Ese mismo año otro decreto otorgaba libertad absoluta para el tránsito de ganados en ambos reinos. Con esto no solo pretendían proteger esta actividad, sino también incrementar los ingresos de la corona mediante el arrendamiento y la venta de derechos de pastos. A partir de entonces, el presidente de la Mesta sería el miembro más antiguo del Consejo Real.
Pese a todos los esfuerzos que se hicieron por evitarlo, siempre hubo conflictos entre pastores y ganaderos con los agricultores, pues estos últimos se consideraban siempre perjudicados y por ello hubo pleitos en los tribunales hasta la desaparición del Concejo de la Mesta en el año 1836.
Dos razas de ovejas había; la Churra, dedicada al consumo de leche y carne y la Merina, empleada como ya hemos dicho anteriormente, para la elaboración de ropa, gracias a la extraordinaria calidad de su lana. Su origen es incierto, es muy probable que venga de los Merinos o cobradores de impuestos del Reino de León, quienes cobraban los diezmos en lana, cecina y queso. Otros historiadores endofóbicos y algunos extranjeros, han sugerido la idea que vino desde el norte de África pero no hay evidencias científicas y de ser así, no tiene sentido que en Túnez la lana merina de Castilla siempre fuese muy apreciada. Tampoco tiene sentido que los primeros rebaños apareciesen en León y no en Andalucía.
La oveja merina fue el gran pilar económico de España durante siglos por la calidad de su lana. Tanto que al tratarse de una raza que solo había en España, estaba muy castigado por la ley sacarlas de España y así fue durante varios siglos. De hecho, la vigilancia y evitar que fuese sustraída fue uno de las principales misiones del Concejo de la Mesta. Evitando su implantación en otros países, España se aseguraba así el comercio exclusivo de la lana merina. Esto se logró hasta la invasión francesa de 1808, momento en el que los franceses, conocedores del valor de la oveja merina se llevaron a Francia grandes rebaños robados. En pocos años su cría se extendió por Europa y Gran Bretaña la exportó en gran número a sus colonias de ultramar. Hoy en día el 80 % de la lana merina consumida en el mundo procede en la actualidad de la cabaña de 148 millones de ovejas de variantes de merinas que hay en Australia.
Tras el saqueo de la oveja merina y su implantación en el exterior, España perdió el monopolio de la lana merina, una de sus más importantes bases económicas y ya no se pudo competir comercialmente, por lo que el Honrado Concejo de la Mesta quedó abolido, tras una valiosa labor de protección ejercida durante 563 años.