ESPAÑA

PEDRO MENÉNDEZ DE AVILÉS

Avilés, Asturias 1519 – Santander 1574


Comenzó su carrera de marino muy joven, a los 16 años, embarcándose como grumete. Pocos años después compró un patache (pequeño barco) y se dedicó al corso. Su primera acción conocida y que le proporcionó cierta fama, ocurrió en la ría de Vigo, cuando tres barcos piratas franceses capturaron una embarcación que transportaba un cortejo nupcial y secuestraron a los pasajeros, exigiendo un rescate económico a cambio de su liberación. Pese a estar en condiciones inferiores, en una inteligente y rápida maniobra consiguió abordar el principal barco pirata, donde se encontraba secuestrado el cortejo nupcial que fue liberado.

Unos años más tarde, con 26 años y siendo propietario de una nao, consiguió su primera patente de corso para recuperar dieciocho mercantes vizcaínos que habían sido robados por un conocido pirata francés. Pedro Menéndez de Avilés, siendo un gran conocedor de los escondites de los piratas franceses, persiguió al grupo de naves que buscó refugio en el puerto francés de La Rochela, donde recuperó cinco de las naves y abordó la nave principal del pirata francés a quien mató personalmente. Más tarde se pudieron recuperar el resto de los barcos robados y su cargamento. A raíz de esta triunfal y sonada acción, Carlos I de España le concedió patente de corso para limpiar el cantábrico de piratas franceses.

Pedro Menéndez de Avilés. San Agustín, Florida.

Tres años después de aquel suceso, en 1548 y con solo 29 años de edad, consiguió comprar y armar un galeón para seguir su carrera de corsario en el Golfo de Vizcaya. Dos años después obtuvo una segunda patente de corso, esta vez para actuar en las Indias a donde se dirigió. Allí fue capturado por unos corsarios franceses y cuando estaba negociando el importe económico de su liberación, se enteró de los planes del rey de Francia para atacar los puertos españoles en América. Una vez liberado, volvió a la península y alertó a la Corte de los planes franceses.

En 1554 fue nombrado Capitán General de la Carrera de Indias y comenzó a diseñar la Flota de Indias; la fuerza naval española que a partir de entonces y durante siglos, fue la responsable de proteger a los mercantes españoles en sus viajes de ida y vuelta a América. Menéndez de Avilés fue el encargado de diseñar ambas rutas, así como las épocas del año propicias para hacerlo y otras ideas respecto a que tamaño debían tener aquellos galeones para evitar que hubiera mucha diferencia entre ellos y así pudieran mantener todos una velocidad más o menos parecida, para evitar que la dispersión de la flota. Menéndez revolucionó la construcción naval diseñando navíos que acortaron la navegación al Nuevo Mundo. Ideó unos barcos en los que se alargaba la quilla en relación con la manga, resultando muy rápidos en la navegación.

En 1557 tuvo un papel importante en la Batalla de San Quintín. Su misión consistió en escoltar una flota de mercantes cargados de lana, transportar a 1.200 soldados de infantería que iban a participar en la batalla y entregar 1.200.000 ducados para las tropas españolas. De camino a Calais se encontró con la flota del pirata francés François Le Clerc, (el famoso Pata de Palo). Logró hundir a uno de los ocho barcos piratas y puso en fuga a los otros. Días después consiguió desembarcar a los soldados y el dinero en Calais, imprescindibles para la victoria en San Quintín.
Menéndez de Avilés compaginó durante varios años sus labores en el Caribe dirigiendo la Flota de Indias y en el Atlántico, colaborando en la guerra de Flandes (La Guerra de los 80 Años).

A su regreso con la Flota de Indias en 1563, fue encarcelado por orden de la Casa de Contratación de Sevilla sin saberse bien las causas, aunque está documentado que mantenía una difícil relación con aquella institución. Aquello le supuso estar 20 meses encarcelado, tras los cuales fue liberado.
De regreso a América, durante una escolta de la Flota de Indias, el barco que capitaneaba su hijo desapareció entre Cuba y Florida, por lo que solicitó al rey Felipe II, autorización para ir a buscarlo. Obtuvo el titulo de Adelantado de Florida y aunque no encontró ni rastro del barco perdido ni de su hijo, descubrió que los piratas franceses habían establecido varios asentamientos militares en el norte de Florida y en el sur de la actual Carolina del Sur. Tras una dura travesía por culpa de un temporal, Menéndez llegó a Florida a finales de agosto de 1568. Menéndez encontró un puerto natural y decidió establecer un campamento allí, al que llamó San Agustín por conmemorarse ese día el Santoral. Esa fue la primera ciudad fundada en el actual EEUU.

«Aquel día a la tarde, el Adelantado mandó en todos los navíos entregar las armas a los capitanes, para que las repartiesen por sus soldados, que las tuviesen limpias y listas y que hasta llegar a la Florida, cada día tirase tres tiros cada soldado, para que perdiesen el miedo a los arcabuces y se ejercitasen, porque era más de la gente bisoña, y el un tiro que lo tirasen con pelota, en un terreno que se hizo dentro del dicho galeón, ofreciendo precios a los soldados que mejor tirasen de las compañías, y a sus capitanes porque tuviesen gran cuidado de hacerlos diestros, y con este exercicio que cada día se hizo, diciendo cada día la doctrina christiana y las letanías, haciendo plegarias y oraciones a Nuestro Señor, suplicando les diese en todo victoria, fueron navegando hasta 28 de Agosto, día de San Agustín, que descubrieron la tierra de la Florida, hincándose, todos de rodillas, diciendo el Te Deum laudamus, alabaron a Nuestro Señor, prosiguiendo toda la gente sus oraciones, suplicando a Nuestro Señor les diese en todo victoria».

Memorial de Gonzalo Solís de Meras. “Sucesos de Pedro Menéndez de Avilés y de la conquista de la Florida y justicia que hizo en Juan Ribao y otros franceses.”

Galeón “San Pelayo” de Pedro Menéndez de Avilés. San Agustín de la Florida, EEUU

Gracias a ganarse el favor de los indios supo la existencia de los franceses más al norte por lo que decidió navegar por la costa para encontrarlos. Cuando la flotilla francesa vio los barcos españoles, huyeron mar adentro pero esa noche se desató una fuerte tormenta y Menéndez, seguro de que los barcos franceses no iban a poder ayudar a los que estaban en tierra, decidió desembarcar y atacar por tierra el fuerte francés.
Tras cuatro días de dura marcha por las continuas lluvias y los numerosos pantanos que tuvieron que atravesar, llegaron al fortín francés. El cabecilla de los franceses y algunos más consiguieron escapar, el resto, unos 150 fueron ejecutados, salvando solamente a las mujeres y niños. El fuerte fue rebautizado como San Mateo.

Temiendo que en su ausencia la flota pirata atacase San Agustín, Menéndez emprendió el regreso. Días después de su llegada supo por los nativos que habían naufragado al sur. Exploró la costa para encontrarlos, como así ocurrió y ordenó ejecutarlos. Sólo se salvaron veinticuatro, que confesaron ser católicos y 150 que escaparon a la selva y fueron muertos por los indios.
Menéndez de Avilés pasó varios años en Florida luchando contra los varios intentos franceses de establecerse allí. Siempre lo hizo con medios inferiores y sin recibir apenas ayudas desde Cuba. Gracias a su tesón y su determinación, logro mantener San Agustín como una ciudad estable y a salvo de los franceses y otros piratas europeos.
En 1574 Felipe II le reclamó que volviese a la península para encargarse de una flota de 300 barcos y 20.000 hombres cuya misión era apoyar al Gobernador de Flandes, Don Luis de Requesens, para sofocar una revuelta protestante. Pedro Menéndez de Avilés aceptó el encargó y regreso a España pero pocos días después falleció victima de unas fiebres.

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