LA CÓRDOBA ARGENTINA
El 6 de julio del año 1573, el capitán español Jerónimo Luis de Cabrera, fundó la ciudad de Córdoba, en la actual Argentina. Jerónimo Luis de Cabrera y Figueroa nació en Sevilla en 1528 y se trasladó a América, concretamente a Cuzco, en el año 1549, con 21 años de edad.
Aunque en los primeros años de estancia se había mostrado leal al rey y al virrey del Perú durante una de las rebeliones, más tarde se enemistó con el gobernador, tras expulsar este al hermano de Jerónimo Luis de Cabrera por revoltoso. Con la llegada de un nuevo virrey, Luis de Figueroa se terminan las diferencias con el poder local y el nuevo virrey le encarga la fundación de una nueva ciudad en el valle de Ica, a la que llamó San Jerónimo de Valverde, actual Ica, en Perú.
En el año 1563 estaba casado con la viuda del padre del Inca Garcilaso y entró en litigios por cuestiones de herencia, litigios que el nuevo virrey solventó otorgándole una pensión de 4.000 pesos anuales. Durante estos años mantiene las buenas relaciones con el virrey de turno, pues ejerció la justicia mayor en Potosí, villa en la que se encontraba en 1571 cuando se le nombró Adelantado y gobernador de la región de Tucumán, con el objetivo de fundar una población en la actual provincia argentina de Salta, por entonces dependiente del virreinato del Perú.
Jerónimo Luis de Cabrera se instaló en Santiago del Estero (actual Argentina) para ejercer desde allí su nuevo cargo. Desde allí marchó al frente de cien españoles hacia las tierras altas con la intención de fundar una nueva ciudad. Tuvieron que atravesar difíciles lugares hasta que encontraron un lugar que tenía un río, buena vegetación, muchos animales para la caza y en una situación idónea para evitar los ataques de los indios. Era el 6 de julio del año 1573 y a aquella ciudad recibió el nombre de Córdoba de la Nueva Andalucía, en honor a la tierra original de su esposa, la actual Córdoba. La ciudad estaba además en un punto estratégico entre Tucumán, Chile y el Río de la Plata. Así, Perú quedaba conectado con Brasil y España, sin la necesidad del monopolio comercial que obligaba a recorrer Panamá hasta el Pacífico y desde allí a Lima, ni arriesgarse en la peligrosa navegación del Estrecho de Magallanes.
Jerónimo Luis de Cabrera continuó su labor pobladora por la región con gran éxito y consiguiendo la pacificación con pactos con las numerosas tribus de la región, pero al igual que otros muchos conquistadores, terminó sufriendo los celos por parte de su relevo; Gonzalo de Abreu, quien acusó falsamente a Jerónimo Luis de Cabrera de traición al rey. Tras sufrir encarcelamiento y torturas, fue ejecutado en 1574. Su viuda, Doña Luisa Martel y de los Ríos, no se intimidó y apeló ante la Corona por el asesinato de su esposo y consiguió reivindicar su nombre y la devolución de sus bienes. Finalmente, el sucesor de Abreu, Hernando de Lerma, hizo que éste fuera encarcelado y sometido a torturas hasta su muerte.
Hoy, la ciudad de Córdoba es la segunda ciudad más poblada de Argentina y un importante centro cultural, económico, educativo, financiero y de entretenimiento de la región.