INGLATERRA OBLIGÓ A ESPAÑA A COMERCIAR CON ESCLAVOS
Sí usted ha oído hablar del Tratado de Utrecht sabrá que España perdió Gibraltar y Menorca pero lo peor fue que junto a dicho Tratado, Inglaterra redactó el Contrato del Asiento de Negros, el cual obligaba a España a introducir esclavos africanos del comercio británico, en los virreinatos de América.
Para Inglaterra este contrato tenía más importancia que la obtención de las mencionadas plazas de Gibraltar y Menorca, ya que el comercio de esclavos africanos era posiblemente el más lucrativo comercio de la época, en manos de una reducida élite financiera inglesa y por otro lado, servía como mecanismo para introducirse en el corazón de Hispanoamérica como una enfermedad que devora por dentro a un paciente, pues el contrato no se limitaba al transporte de esclavos, sino que además debían cederse terrenos para el asentamiento de los esclavistas ingleses. Pero vamos por partes.
El Contrato del Asiento tenía una duración de 30 años (desde el 1 de mayo de 1713 al 1 de mayo de 1743), obligaba a la introducción en Hispanoamérica de 144.000 esclavos negros en cualquiera de sus puertos y además estipulaba la cesión de terrenos a Inglaterra para que los esclavistas británicos pudieran cultivar terrenos y criar ganado para su consumo. No es necesario especificar que esas plantaciones eran trabajadas por sus esclavos africanos. Los puertos que eligieron los ingleses para este macabro negocio fueron Buenos Aires, Caracas, Cartagena de Indias, La Habana, Panamá y Veracruz.
Para colmo, el contrato exigía el llamado Navío de Permiso, un buque de 500 toneladas que libre de impuestos podía navegar cargado de mercancías locales (oro, plata, fruta, etc) una vez al año para ser vendido en Inglaterra. Esto era un hecho muy grave, pues se estaba concediendo a los ingleses algo que no se había otorgado antes a ninguna otra nación, y que era totalmente contrario a las propias Leyes de Indias, que prohibían la esclavitud desde el año 1500 en Hispanoamérica y que además, prohibía a los extranjeros pasar y comerciar con las posesiones americanas. El Contrato de Asiento sirvió para reforzar la posición de Inglaterra, otorgando al comercio británico una situación excepcional en el mar de las Antillas y los dos océanos.
En definitiva, el Contrato del Asiento supuso el inicio del despegue comercial de Inglaterra y una humillación moral para España, pues ponía fin a 200 años de derechos humanos que habían surgido desde el descubrimiento de América gracias a Isabel La Católica y los siguientes reyes españoles de la casa de Los Austria que reinaron en España hasta precisamente, el Tratado de Utrecht que ratificaba en el trono español al Francés Felipe de Anjou que reinó como Felipe V.