ESPAÑA

LA CONQUISTA DE ORÁN

La conquista española de la ciudad de Orán en la actual Argelia, fue la respuesta necesaria de España para defender sus intereses humanos, económicos y estratégicos de los continuos ataques piratas que sufrían las ciudades costeras y barcos mercantes, en los cuales, la práctica del secuestro y la petición de una suma de dinero a cambio de la libertad los prisioneros era una práctica habitual entre los piratas musulmanes, quienes tenían en Orán una de sus principales bases para atacar a los barcos y ciudades españolas.

La operación fue ideada por el ilustre cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, quien presentó el proyecto al rey Fernando II de Aragón, llamado el Católico y aunque el mando absoluto de las tropas lo ejerció el cardenal Cisneros, se confió en Pedro Navarro el mando directo. Pedro Navarro era un poderoso militar y marino que, además de inventar la mina terrestre, había combatido junto al Gran Capitán durante la segunda campaña de Napoles unos pocos años antes. Otros importantes líderes militares que formaron parte del proyecto de la conquista de Orán fueron Alonso de Granada, que ejerció como jefe de la infantería y Diego Fernández, quien había participado en importantes campañas durante la reconquista y participado en la conquista de Mazalquivir, en la actual Argelia.

El 16 de mayo de 1509 zarpó de Cartagena la armada española, compuesta por 10 galeras y 80 naos en las que iban embarcados un total de 14.000 hombres. El día 18 por la mañana llegaron al puerto de Mazalquivir, muy cerca de Orán y ciudad que formaba parte de la monarquía hispánica, pues había sido conquistada cuatro años antes. Tras desembarcar, se hizo una misa y acto seguido se procedió a tomar las alturas de los montes que separan Mazalquivir y Orán, para evitar que los moros se hicieran con el control geográfico y se instaló la artillería.

Cisneros en la Toma de Orán. Obra de Juan de Borgoña 1514

Esa misma noche se detectó que un ejército moruno avanzaba sigilosamente hacia el campamento español, pero gracias a Dios se descubrió la jugarreta y los centinelas despertaron a Cisneros y al resto de jefes militares, quienes reaccionaron rápidamente y sin miramientos. La arenga de Cisneros a los soldados ha quedado registrada para la eternidad:

¡Soldados! Combatid con valor. Aquellos, son los enemigos de la cristiandad, que no contentos con haber avasallado nuestros reinos durante tantos años, piensan en volver a dominarlos. Recordad a los corsarios berberiscos que asolan nuestras costas, ¿cuántos hermanos cautivos tendrán en las mazmorras de Orán? Son nuestros hermanos… ¡Vamos a liberarlos!

El ejército español avanzó al encuentro de los moros entonando el Vexilla Regis Prodeunt, un canto religioso en latín muy popular entre los soldados españoles y considerado un himno.

Sobra decir que el choque fue brutal. En los primeros lances murió en combate el capitán Luis Contreras, a quienes los moros confundieron con el cardenal Cisneros, por lo que le cortaron la cabeza y la pasearon por las calles de Orán, convencidos que habían acabado con el gran jefe de los cristianos. Pero no, Cisneros seguía vivo y a distancia la batalla, pues el mando operacional lo llevaba Pedro Navarro, quien una vez más dirigía la artillería de manera prodigiosa. Al tiempo que los españoles avanzaban en una batalla cuerpo a cuerpo y llegaban a los alrededores de Orán, la flota española abrió fuego de artillería sobre las defensas de la ciudad, logrando acabar con las defensas artilladas de la ciudad y consiguiendo el desembarco de nuevas tropas y el consiguiente rodeo de las murallas. Esa misma noche cayó Orán y los supervivientes del ejército moro abandonaron la ciudad, dejando 4.000 de los suyos muertos. Para el ejército español la toma de la ciudad le costó 30 muertos. Otros 8.000 moros fueron hechos prisioneros.

Al día siguiente hizo su entrada en el puerto de Orán el cardenal Cisneros aclamado por los suyos y recibido por Pedro Navarro, quien le entregó las llaves de la ciudad. Lo primero que hizo Cisneros fue ir a las mazmorras del castillo, donde había 300 cautivos españoles, capturados durante los ataques piratas. Con gran emoción fueron liberados y desde allí salió el cardenal junto a su sequito hacia las principales mezquitas de la ciudad, las cuales purificó y consagró a la religión cristiana, una al apóstol Santiago y otra a la Virgen de la Victoria. Ordenó construir un hospital y ordenó al capitán Fernando de Vera partir hacia la corte con la noticia del éxito de la operación militar.

La Conquista de Orán. Obra de Francisco Jover y Casanova. Representa la liberación de los españoles cautivos en la ciudad.

Y así fue como la ciudad de Orán permaneció unida a España durante casi 300 años, concretamente hasta 1792, en la que un terrible terremoto destruyó la ciudad.

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