HISPANOAMÉRICA

LA BATALLA DE PENSACOLA; GÁLVEZ ECHA A LOS INGLESES DE FLORIDA

En mayo de 1781 finalizaba con victoria española la Batalla de Pensacola, dentro de la denominada Guerra Anglo-Hispana que tuvo lugar entre 1779-1783. Para echar a los ingleses de Florida, el gobernador de Luisiana, Bernardo de Gálvez, decidió reunir un ejército llegado desde distintos lugares del imperio, compuesto por una gran mayoría de negros libres, indígenas y criollos. Tras una serie de infortunios -huracán incluido- las operaciones militares comenzaron el 9 de marzo de 1779 con el desembarco de las tropas españolas en Santa Rosa, una pequeña isla en la bahía de Pensacola (Florida).

En el año 1779 Norteamérica vivía su cuarto año de guerra de independencia contra Inglaterra. Aunque España se había declarado neutral, lo cierto es que bajo cuerda estaba apoyando militar y económicamente a las Trece Colonias (EEUU). Esta guerra salpicaba a España también en el aspecto geopolítico, pues entonces los actuales estados de Alaska, California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma, Alabama, Misisipi, Luisiana y Florida eran territorios hispanos pertenecientes al Virreinato de Nueva España (actual México).

En aquel año era gobernador de Luisiana, Bernardo de Gálvez, un brillante político y militar malagueño de 31 años. Sus grandes problemas eran la escasa población, el contrabando británico y un posible enfrentamiento con el ejército británico que andaba enfrascado en su guerra contra la independencia de EEUU. Para solucionar el asunto demográfico, pues los españoles tan solo representaban un 15% del total, comenzó a fomentar la inmigración, especialmente de malagueños y de las islas Canarias, a quienes asentó en cuatro núcleos poblacionales creados a tal fin; San Bernardo, Barataria, Valenzuela y Nueva Iberia. Por desgracia, solo Nueva Iberia ha conseguido llegar hasta nuestros días pues las otras sufrieron dos huracanes consecutivos que hizo a los pobladores instalarse en Nueva Orleans y otras ciudades. La lucha contra el contrabando también dio sus frutos casi desde el primer día de su mandato. Para ello favoreció el mercado con Cuba y Nueva España (actual México), al tiempo que no perdía ocasión para atizar a los contrabandistas ingleses en cuanto podía y a los cuatro meses de llegar al cargo, capturó 13 mercantes de la lejana Albión que habían echado el ancla en las costas de Luisiana.

Respecto al más que previsible choque contra el ejército inglés, tan solo disponía de un batallón, por lo que decidió organizar otro trayendo reclutas desde Nueva España y Canarias. Además, aumentó el número de integrantes de las milicias locales. Para asegurar el interior de Luisiana ordenó construir tres lanchas cañoneras para patrullar el rio Misisipi y recibió una fragata y un pequeño barco para proteger la costa. Pero todos estos esfuerzos no bastaban para asegurar aquella remota región del Imperio, por lo que Bernardo de Gálvez creyó oportuno mejorar las relaciones con las tribus indígenas locales lo cual consiguió, haciendo además que algunas tribus de la vecina Texas se instalaran en Luisiana.

El 21 de junio de 1779 finalmente ocurrió lo que todo el mundo sospechaba y España declaró la guerra a Inglaterra. Gálvez era consciente que pese a todos los esfuerzos realizados los dos años antes, el poder militar de España en Luisiana era escaso, por lo que era mejor tomar la iniciativa para evitar despertar un día con los ingleses en casa. El 27 de agosto abandonó Nueva Orleans al frente de algo más de 600 hombres, dejando la ciudad al cuidad de las milicias locales. Marchó hacía Manchac, al otro lado del Misisipi, donde ingleses leales a la corona británica habían instalado un pequeño puesto avanzado y lo tomó el 7 de septiembre. Siguió su camino hacía el delta del Misisipi entre pantanos y consiguió reclutar a casi 700 indios locales que se unieron a la causa contra los ingleses. Siempre bien informado de todos los movimientos de los ingleses en la región, siguió la marcha hasta Bastón Rojo (Baton Rouge), en la costa, y esta vez en igualdad de fuerzas, logró tomar la ciudad a los ingleses el día 22. De allí marchó otra vez 200 kilómetros Misisipi arriba para tomar Panmure, otro fuerte inglés, objetivo que cumplió. Con esta campaña lograba así asegurar Luisiana de un posible ataque inglés a la vez que permitía a los rebeldes norteamericanos la navegación por el Misisipi.

La marcha de Gálvez. Obra de Augusto Ferrer Dalmau

A su regreso a Nueva Orleans comenzó a preparar la ofensiva contra los ingleses asentados en Mobila y Pensacola (Florida). Mobila cayó el 14 de marzo de 1780, ahora solo quedaba Pensacola pero para eso necesitaba de un ejército mayor y sobre todo de barcos, dos asuntos que solo podía conseguir en Cuba, por lo que viajó a La Habana para conseguirlo. Tras muchas discusiones y reticencias por parte de las autoridades cubanas que preferían que hiciese la campaña un militar más veterano, Bernardo de Gálvez finalmente consiguió que le hicieran caso y le entregaron una pequeña flota y 4.000 soldados. Por desgracia, un huracán afectó a la flota camino de Luisiana y hundió varios barcos, por lo que tuvo que regresar a La Habana para solicitar más recursos humanos y materiales. Finalmente, zarpó de La Habana a finales de febrero de 1781 con 1.500 soldados, decidido a expulsar a los ingleses de Florida.

El 9 de marzo la flota llegó a la isla Santa Rosa, que cierra la bahía de Pensacola y aunque creían que estaba fuertemente protegida, resultó que tan solo había un puñado de ingleses con dos cañones. Allí instaló Gálvez una batería de cañones para hacer frente a las dos fragatas inglesas que protegían la bahía. Al mismo tiempo recibió la información de un movimiento de unos 1.000 soldados ingleses que se dirigían a Pensacola; la situación se complicaba. Ocurrió entonces que los oficiales de los buques de la Armada española que transportaban a las tropas, no querían adentrarse en la bahía por el riesgo de encontrarse con las fragatas británicas que patrullaban la bahía y ante tal situación, Gálvez dio muestras de su carácter y valentía al adentrarse  en la bahía a bordo del Galveston, uno de los barcos. Los buques de la Armada en vista de la situación, no tuvieron mas remedio que seguir el ejemplo de Gálvez y se adentraron en la bahía, finalizando el desembarco de las tropas el 17 de marzo.

Plano de la Bahía de Pensacola
Plano de la Bahía de Pensacola

Bernardo de Gálvez sitió Pensacola con 1.500 soldados. La guarnición inglesa era algo mayor, casi 2.000​​ y estaban atrincherados en tres posiciones; el fuerte George, de la Reina y del Príncipe.​ El fuerte George, tenía 11 cañones.​ Los otros dos estaban más al norte del fuerte George y la batería de Barrancas Coloradas, al sur, a la entrada de la bahía. El día 22 se unieron a la fuerza de Gálvez algo más de 1.000 hombres provenientes de Nueva Orleans y otros rincones de Luisiana. Con estos, sumaban algo más de 4.000 soldados. Las semanas siguientes los españoles las pasaron posicionando la artillería frente al fuerte George e intentando tomar y el de la Reina, operaciones que se complicaron por el continuo hostigamiento que sufrieron por parte de los indios aliados de los británicos.​.. Si, había indios con España e indios con Inglaterra.

Sitiando a los ingleses en tierra pero que tenían mayor fuerza naval en la bahía, el 19 de abril los informadores de Gálvez le avisaron de la aparición en la bahía de una flota de 14 barcos, algunos de ellos barcos de guerra. Gálvez pensó que se trataba de refuerzos ingleses pero al caer la noche le dieron la buena nueva que se trataban de refuerzos hispanos enviados desde Cuba. La situación daba un vuelco, pues con la bahía en poder español quedaban las espaldas cubiertas para actuar en tierra con seguridad. Pero los ingleses no estaban dispuestos a rendirse y el día 4 de mayo hicieron una salida sorpresa para destruir las posiciones de la artillería española, logrando destruir algunos cañones. No obstante el sitio continuó hasta que el día 8 un certero cañonazo de los artilleros hispanos dio de pleno en el almacén donde los ingleses guardaban la munición, provocando una gran explosión en el fuerte de la Reina, lo que provocó que los españoles se lanzasen al asalto con éxito. Enterados los demás ingleses de los otros fuertes de la pérdida, comenzaron las conversaciones para la capitulación de los británicos y el día 10 de mayo de 1781 se hizo efectiva. Inglaterra quedaba fuera de Florida y se le complicaba la posibilidad de abastecer por mar a su ejército que luchaba contra los rebeldes norteamericanos.​

Por España y por el Rey. Cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau que representa a Gálvez y su tropa en Pensacola.
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