ESPAÑA FUNDÓ TUCSON, EN ARIZONA
Si, también estuvimos por aquella zona. La fundación de la ciudad de Tucson (Arizona, EEUU), corrió a cargo de un destacamento compuesto por peninsulares, nacidos en Nueva España (actual México) e indígenas, todos ellos españoles bajo el mando de un militar nacionalizado español de origen irlandés, un católico llamado Hugo O’Connor Cunco y Fali, a quien los apaches llamaban “Capitán Rojo” por su cabello pelirrojo.
Hugo O’Connor había nacido en Dublín (Irlanda), en el año 1732 y era descendiente de un rey irlandés del año 1156. Por las profundas creencias católicas de la familia, no estaba a favor de la dominación británica sobre Irlanda, por lo que por era objeto de persecución por motivos religiosos y políticos. Al cumplir dieciocho años no soportó más la presión y aconsejado por otros dos primos suyos que ya se habían instalado en España, decidió abandonar su Irlanda natal para vivir en España., concretamente en Aragón.
Una vez instalado en España se naturalizó (nacionalizó) ciudadano español e ingresó en el ejército, en el Regimiento Hibernia. Participó en la invasión de Portugal durante la Guerra de los Siete Años y por su valor ascendió a capitán e ingresó en la Orden de Calatrava. En 1765 fue destinado a la Nueva España, (actual México). Su primera misión importante fue ir a Texas (por entonces parte de Nueva España) para investigar casos de corrupción y otros delitos y reformó la defensa de la región, acosada por apaches y comanches. Entre 1767 y 1770 fue gobernador de Texas, cargo que dejó en 1771 al ser nombrado Gobernador de las Provincias Internas, una extensa región que comprendía territorios que hoy forman parte de los actuales México y Estados Unidos.
En el año 1775 decidió establecer el Presidio Real de San Agustín del Tucson, en una colina de basalto llamada en lengua indígena “Cuk Son”, término en el que derivó fonéticamente Tucson, en el actual estado de Arizona (EEUU). Aunque la palabra presidio hoy es utilizada como sinónimo de cárcel, en aquellos tiempos era un tipo de fortificación usado para el acuartelamiento de tropas, los famosos Dragones de Cuera. Su función era la propia de un baluarte fronterizo de defensa, amparo y pacificación territorial. Eran pequeñas aldeas amuralladas con adobe donde residían destacamentos militares con sus familias y otros civiles, constituyendo enclaves casi totalmente autosuficientes.
El presidio de Tucson estaba inicialmente habitado por 100 militares (Dragones de Cuera) y 300 civiles y estaba ubicado en una región amistosa, siendo su principal función la de proteger de los ataques apaches al pueblo Pima, una tribu local aliada con España. En 1782, tras un ataque apache, se elevó el muro de 2’5 metros a casi 4 metros, en todo su perímetro que era de 200 metros por cada lado. Este presidio sentó las bases de la actual ciudad de Tucson en Arizona (EEUU), y en la actualidad se ubica el centro de la ciudad, la cual con casi 1.000.000 de habitantes, es una de las más importantes de Arizona.